Cuando hablamos del PNIEC, estamos refiriéndonos al Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030. La elaboración de estos planes es consecuencia de las previsiones del Reglamento (UE) 2018/1999, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 11 de diciembre de 2018, sobre la gobernanza de la Unión de la Energía y de la Acción por el Clima. Hoy, te vamos a contar todo sobre el PNIEC 2021-2030.
El Reglamento establece que cada Estado miembro debe comunicar a la Comisión, de forma periódica, un plan nacional integrado de energía y clima. De este modo, el PNIEC 2021-2030 forma parte del “Marco Estratégico de Energía y Clima: una propuesta para la modernización española y la creación de empleo”, aprobado el 22 de febrero de 2019 en el Consejo de Ministros y que incluye también el anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética y la Estrategia de Transición Justa.
¿Qué establece el PNIEC 2021-2030?
La respuesta a esta pregunta es que dicho plan establece las líneas maestras de actuación en materia de energía y medio ambiente para 2030. Su objetivo principal es el de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y lograr una economía sostenible y eficiente. Todo esto, compatibilizándolo con la mejora de la salud y el medio ambiente y en consonancia con los compromisos adquiridos en el Acuerdo de París.
El PNIEC 2021-2030 servirá de marco de referencia para la futura autorización de proyectos sometidos a evaluación de impacto ambiental, así como de otros planes y programas a nivel estatal y autonómico.
¿Qué objetivos marca?
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 representa dos escenarios diferenciados:
- El escenario tendencial, es decir, el que resulta de las medidas y políticas que existen actualmente en cuanto a energía y clima.
- El escenario objetivo. Este es aquel que se persigue y para el que se plantean las medidas.
Por eso, los objetivos que se marcan se basan en las siguientes premisas:
Descarbonización
Con el horizonte temporal puesto en el año 2030, se pretende lograr una disminución de emisiones de, al menos, el 23% respecto a 1990. El objetivo a largo plazo es que España pueda ser un país neutro en carbono para el 2050. Para que esto pueda ocurrir, consideran que será necesario que el 42% de la energía proceda de fuentes renovables.
Eficiencia energética
La mejora que se plantea es del 39,5%. Para que exista, será necesario actuar en la envolvente térmica de 1.200.000 viviendas, renovar las instalaciones térmicas de calefacción y agua caliente sanitaria de 300.000 viviendas al año y del parque de edificios públicos por a razón de 300.000 m2/año.
Seguridad energética
La seguridad energética busca garantizar el acceso a los recursos necesarios para asegurar la diversificación del mix energético nacional. Además, pretende reducir la dependencia de los combustibles fósiles, fomentar el uso de fuentes autóctonas y subministrar energía segura, limpia y eficiente. La idea es que el grado de dependencia del exterior haya disminuido hasta el 64% en 2030.
Mercado interior y energía
El propósito de esta línea de actuación es lograr un mercado energético más competitivo, transparente, flexible e igualitario. Pretende generar un alto grado de interconexión que fomente el comercio transfronterizo y contribuya a la seguridad energética.
Investigación, innovación y competitividad
El objetivo de esta premisa es alinear las políticas nacionales con los objetivos internacionales y europeos, en materia de investigación, innovación y competitividad. La idea es coordinar a las Administraciones Públicas con el resto de las políticas sectoriales y fomentar la colaboración público-privada, junto con la investigación e innovación empresarial.
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