El pasado día 10 de agosto, se expuso públicamente gracias a la revista Nature Sustainability, un innovador experimento que en solo 30 minutos es capaz de convertir el agua salada del mar en agua potable gracias a la luz solar.
Pero lo realmente interesante es que esta conversión se consigue gracias a la energía que proviene del sol. Es por esto que, a diferencia de otros proyectos que han surgido durante la historia con este mismo fin, con la energía sostenible sustraída del sol se reducen de forma muy considerable los costes. Además, es un proceso totalmente ecológico.
«Presentamos un marco de metal orgánico funcionalizado (MOF) de poli (acrilato de espiropirano) (PSP) como un adsorbente de iones regenerable por la luz solar para la desalinización de agua sostenible». Así es como ha presentado el proyecto el grupo de investigadores que lo lideran. Este es llevado a cabo por varias universidades en conjunto entre las que destacan la Universidad de Monash, Clayton, Victoria y Australia.
El grupo de investigadores afirma que los materiales sensibles a la luz tienen una alta capacidad de absorción y regenerabilidad. Estas capacidades, activadas por la luz solar, los convierten en materiales muy deseados por sus procesos de separación industrial de bajo costo y respetuosos con el medio ambiente.
Este tipo de iniciativas son un gran adelanto tecnológico. Además, nos acercan a solventar la problemática ante la imposibilidad de obtener agua potable, principalmente en zonas subdesarrolladas.
Por ahora, es un proyecto que todavía necesita recorrido para ser asequible para la población. Aun así, estamos seguros de que, en un futuro, apostar por la energía solar como fuente principal será un éxito rotundo tanto para nosotros como para el planeta.